sábado, 29 de septiembre de 2007

Eduardo Mallea y la preocupación nacional

Cuando Mallea se refiere al conjunto de su obra habla de "un sistema" unificado por ciertas preocupaciones. Este sistema espeja un profundo pero claro y organizado mundo interior, su cosmovisión, su filosofía de la existencia, sus principios éticos, sus reglas de conducta, su preocupación estética, sus búsquedas y desvelos.
Toda su obra está recorrida por una serie de temas-obsesiones que le dan unidad. Uno de ellos, acaso el eje al que están supeditados todos los demás, es lo que él mismo ha dado en llamar "una vocación de conducta", que se objetiva en la búsqueda del hombre auténtico: "hay que hacerlo aflorar, hay que hacerlo sobrevenir dentro de uno mismo, en el país, en el universo". Pasión, dudas, desaliento pero siempre compromiso y lucha son las formas que asume ese eje vertebrador. Son las constantes. Esa lucha tiene que expresarse entre un doble juego permanente de apariencia y realidad -lo visible y lo oculto- en el que hay que desbrozar la primera parte para llegar a la segunda. Allí, en el ámbito de la realidad ha de encontrar al hombre sumergido pero auténtico (libertad, verticalidad, trabajo, responsabilidad, austeridad, hombría de bien), al país profundo; al mundo oculto y verdadero; al escritor auténtico y agonista. Así llegamos a sus grandes meridianos temáticos:

El país profundo
El hombre interior
El mundo verdadero
El escritor activo [...]


Alba Omil


Extraído del libro La letra profunda, de Alba Omil. Ediciones del Rectorado, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, Argentina, 1996.

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