Ligadas a la historia de la humanidad, las metamorfosis aparecen en todos los tiempos, y nuestros aborígenes no podían haber sido ajenos a este hecho, cuyo conocimiento parece ser común al género humano, y atributo de los dioses.
Ya hemos visto, y son conocidas las transformaciones de la Pachamama. Tampoco es extraño a ellas el Llastay que, de pronto, puede ser guanaco, como cóndor, como corzuela, como chinchillón. También suele, o puede, metamorfosearse, el Chiqui.
Adán Quiroga (1900) sostiene una hipótesis interesante a propósito de las metamorfosis del Chiqui, puede ver la figura de la deidad maligna transformada en suri, en algunas urnas del valle de Santa María, que reproduce en su trabajo:
"El suri [...] tiene mucho que hacer con el Chiqui, ya sea porque la misma deidad funesta se vuelva avestruz para vagar por el desierto..."
Y respalda Quiroga su teoría con el hecho de que en las fiestas en honor del Chiqui, cuando se le ofrecen las cabezas de aves del Llastay, la única que falta es la del suri, "excluyéndola del sacrificio, como si fuese motivo de veneración especial y no debe ser sino porque el Chiqui se transforma en suri" (p.555).
Quiroga insiste: "El hecho mismo de mostrarse el suri en la misma urna que Chiqui, es un dato revelador".
Ya hemos visto, y son conocidas las transformaciones de la Pachamama. Tampoco es extraño a ellas el Llastay que, de pronto, puede ser guanaco, como cóndor, como corzuela, como chinchillón. También suele, o puede, metamorfosearse, el Chiqui.
Adán Quiroga (1900) sostiene una hipótesis interesante a propósito de las metamorfosis del Chiqui, puede ver la figura de la deidad maligna transformada en suri, en algunas urnas del valle de Santa María, que reproduce en su trabajo:
"El suri [...] tiene mucho que hacer con el Chiqui, ya sea porque la misma deidad funesta se vuelva avestruz para vagar por el desierto..."
Y respalda Quiroga su teoría con el hecho de que en las fiestas en honor del Chiqui, cuando se le ofrecen las cabezas de aves del Llastay, la única que falta es la del suri, "excluyéndola del sacrificio, como si fuese motivo de veneración especial y no debe ser sino porque el Chiqui se transforma en suri" (p.555).
Quiroga insiste: "El hecho mismo de mostrarse el suri en la misma urna que Chiqui, es un dato revelador".
Alba Omil
Extraído del libro Creencias y ritos de los aborígenes del NOA, de Alba Omil. Lucio Piérola Ediciones, Tucumán, Argentina, 2005.
1 comentario:
Buen articulo!
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