
La araña lo evalúa, lo liba, lo degusta y lo goza: goloso placer de los sabores.
Teje el tiempo su hilo imparable. En la tela van cayendo sin pausa las víctimas, que quedan allí inmóviles, secándose.
El tiempo ni siquiera lo advierte.
Alba Omil
Extraído del libro De este solar, de varios autores. Ediciones del Rectorado, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, Argentina, 1998.
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