miércoles, 2 de mayo de 2007

El mito del Familiar

En nuestro territorio, el tratamiento de este tema, por lo general parte de una base equivocada: son frecuentes afirmaciones como la que sigue: "leyenda típicamente argentina, característica de zonas fabriles, generalmente azucareras".
En primer término, no es una leyenda, es un mito, tiene rasgos que tipifican el mito: está relacionado con lo sagrado, para empezar.
En segundo término, ni es argentino, ni es del Noroeste, es universal. Viene de muy lejos, ya lo encontramos entre los celtas y aún hoy persiste en algunos relatos de Galicia donde la figura de los "diablillos" aparece muy cercana a la del Familiar: "Para conseguirlos hay necesidad de acudir a la media noche a un despoblado donde 'non se oia cantar galo nin galiña' y llevar ciertos objetos y la sangre de una gallina negra. El poder que dan es tal que de uno que aseguraban que los tenía contaban que decía 'Fatidieivos de vivo e inda vos hei de amolar de morto'. Como verdad de su afirmación nos aseguraron que, en efecto, al morir le dieron sepultura en una tumba que estaba cerca del camino y despedía tan mal olor que hubo necesidad de cambiarlo dos veces de sepultura; razón de más para creer que tenía los famosos Diablillos" (Antonio Fraguas y Fraguas, "La Galicia insólita. Tradiciones gallegas". Cuadernos do seminario de Sargadelos 51, Ediciop do Castro, Sada A Coruña. 7ª. edición, España 1997: 92-93).
Hay una tradición que sostiene que Sócrates tenía un Familiar.
En la Europa medieval fue moneda corriente en el imaginario colectivo. Circuló en la España de la Época de Oro, a tal punto que los grandes escritores ponen el nombre del Familiar en boca del pueblo: Sancho Panza, exasperado en una discusión, le dice a Teresa: "Ahora te digo que tienes algún Familiar en el cuerpo". Es citado con frecuencia en la novela picaresca: Guzmán de Alfarache, El Buscón de Quevedo, son buenos ejemplos, aunque nos interesa más una frase de Vélez de Guevara en El diablo cojuelo:
"-Yo soy, señor Licenciado -dice el diablillo- que estoy en esta redoma adonde me tiene preso ese astrólogo que vive ahí abajo, porque también tiene su punta de la mágica negra, y es mi alcalde, dos años habrá.
-Luego ¿Familiar eres?, dijo el estudiante."
O sea que refleja cabalmente la creencia de que el Familiar era un intermediario del demonio, que estaba al servicio de brujos y brujas y vivía en las casas, próximo a ellos.
A. Palencia 153 d, Nebrija, la Academia, lo citan como "demonio que tiene trato con una persona. Corominas señala que es abreviatura de "demonio familiar"
En trabajos anteriores (El problema del mal, El mundo de las tinieblas) hemos desarrollado ampliamente este tema.


Alba Omil

Extraído del libro Lo demoníaco en los mitos del Noroeste Argentino, de Alba Omil. Lucio Piérola Ediciones, Tucumán, Argentina, 2002.

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