Los Bestiarios tienen un lejano origen: eran frecuentes en la Edad Media y consistían en conjuntos de historias (descripciones, costumbres) de animales, generalmente fabulosos, muchos de ellos, producto de relatos de viajeros.
Fuerza es aclarar que, en los tiempos que corren, se toma la palabra erotismo como sinónimo de sexo. Y no es así. En el caso de este libro nos atenemos al pasado, cuando el sexo era sexo y era púdico, y el amor podía, o no, conllevar sexo.
Eros, como todos saben era el dios del amor. Han hablado mucho los filósofos sobre el tema: amor al otro, amor al conocimiento, amor a la naturaleza, etc.
En el caso concreto de los animales, no podemos decir que ellos "tienen sexo" -para usar una expresión de uso corriente- ni que "hacen el amor" porque, en realidad, ellos se aparean, ellos copulan. No copulan porque se aman sino por un imperativo de la naturaleza, para conservación de la especie.
Pero los animales también aman: el perro, o el gato, aman a su dueño y también a su compañera, aunque copulen con cualquier otra hembra. Pero no vamos a detenernos en este tema.
El presente libro no intenta ser científico ni mucho menos, es más bien un juego, una diversión, con algo de humor, algo de reflexión, no sin cierta melancolía y con mucho pudor. Intenta también un homenaje a la madre Naturaleza y una gratitud por la creación divina.
Fuerza es aclarar que, en los tiempos que corren, se toma la palabra erotismo como sinónimo de sexo. Y no es así. En el caso de este libro nos atenemos al pasado, cuando el sexo era sexo y era púdico, y el amor podía, o no, conllevar sexo.
Eros, como todos saben era el dios del amor. Han hablado mucho los filósofos sobre el tema: amor al otro, amor al conocimiento, amor a la naturaleza, etc.
En el caso concreto de los animales, no podemos decir que ellos "tienen sexo" -para usar una expresión de uso corriente- ni que "hacen el amor" porque, en realidad, ellos se aparean, ellos copulan. No copulan porque se aman sino por un imperativo de la naturaleza, para conservación de la especie.
Pero los animales también aman: el perro, o el gato, aman a su dueño y también a su compañera, aunque copulen con cualquier otra hembra. Pero no vamos a detenernos en este tema.
El presente libro no intenta ser científico ni mucho menos, es más bien un juego, una diversión, con algo de humor, algo de reflexión, no sin cierta melancolía y con mucho pudor. Intenta también un homenaje a la madre Naturaleza y una gratitud por la creación divina.
Alba Omil
Extraído del libro Bestiario Erótico y otras historias de animales, de Alba Omil y Lucio Piérola. Lucio Piérola Ediciones, Tucumán, Argentina, 2007.
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