T. S. Elliot ha señalado cómo cada obra de arte modifica, aunque sea imperceptiblemente, toda la literatura que la precede, y cómo abre caminos para la determinación de la que la sigue. Y sin duda la obra narrativa de Arlt ha hecho notables aportes y ha abierto caminos en nuestra literatura, especialmente en lo que respecta a tratamiento de personajes, ámbito, estructura y trama del relato. Vamos a ver cómo emplea con soltura técnicas que luego hallaremos en Sábato, en Cortázar, en toda la novela americana del boom. Más de un crítico se ha referido a la originalidad de esas técnicas utilizadas por la novela del boom. Muchos han hablado de la herencia de Joyce y de Faulkner pero no sabemos de nadie que haya señalado el carácter pionero de Arlt en este terreno en Argentina, de ese Arlt que también había leído a Joyce.
En las novelas de Arlt vamos a encontrar como moneda corriente la técnica del montaje -frecuente en Joyce, Faulkner y su generación novelística- popularizada después en la novela contemporánea. Como se sabe, la palabra "montaje" procede del cine y se refiere a la forma como se disponen en el relato segmentos que rompen el orden lógico o causal o que corresponden a materiales de naturaleza no específicamente literaria: fragmentos de cartas, de diarios íntimos, de crónicas periodísticas, de documentos, informes, etc. [...].
En las novelas de Arlt vamos a encontrar como moneda corriente la técnica del montaje -frecuente en Joyce, Faulkner y su generación novelística- popularizada después en la novela contemporánea. Como se sabe, la palabra "montaje" procede del cine y se refiere a la forma como se disponen en el relato segmentos que rompen el orden lógico o causal o que corresponden a materiales de naturaleza no específicamente literaria: fragmentos de cartas, de diarios íntimos, de crónicas periodísticas, de documentos, informes, etc. [...].
Alba Omil
Extraído del artículo "Roberto Arlt y la técnica novelística", publicado en el libro Análisis de la narrativa argentina, de Alba Omil. Ediciones de la Biblioteca Alberdi, Tucumán, Argentina, 1986.
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