miércoles, 23 de mayo de 2007

Post-facio

Terminar un libro es como regresar de un viaje; tiene una buena carga de nostalgia y su gran dosis de adiós. El adiós y la despedida portan siempre algo lacerante, mucho de pérdida.
Sin embargo, en el caso de un libro, la situación muestra sus diferencias: a) porque este, en particular, pretende ser una muestra de gratitud ante la Naturaleza y una modestísima ofrenda a la Creación Divina; b) porque el libro, en general, es una forma de entrega, o un legado: aquí les doy esto; estas ideas, estas palabras, estas construcciones verbales.
Estas ocurrencias son el producto de recetas complicadas donde se combinan ingredientes aportados por el corazón, por el cerebro, por la experiencia, por la memoria, por sufrimientos, por alegrías, en fin.
Por otra parte, en ese filtro mágico que es la literatura, todo se combina –bien o mal– y sale el producto, bueno, malo o regular, pero siempre incompleto: le falta un aporte que lo pone el lector, con su capacidad, con su interés, con su apercepción, con su experiencia, con su mente y con su alma.
Este libro, para completarse, necesita esos aportes.

Alba Omil

Extraído del libro Bestiario Erótico y otras historias de animales, de Alba Omil y Lucio Piérola. Lucio Piérola Ediciones, Tucumán, Argentina, 2007.

La presentación de este libro en San Miguel de Tucumán fue realizada ayer, 22 de mayo de 2007, en el Centro Cultural "Alberto Rougès", de la Fundación Miguel Lillo.

1 comentario:

josef dijo...

Estoy de acuerdo en lo que se siente al terminar un libro leyéndolo. Aunque yo lo veo desde mi óptica de escritor. Para mí terminar u libro que he escrito es salir de un mund al cual he pertenecido y por el cual me he desenvuelto durante los meses que la transformación ha tenido lugar. Cuando lo dejo siento placer por u acabado pero también vacío y tristeza. Luego todo es comenzar a escribir el siguiente. Un bonito blog, encantdo de visitaros!